Los préstamos vía tarjetas de créditos ascendieron 391,1 millones de bolívares y fueron equivalentes a 80,7% de la cartera de consumo, que sumó otros 93,5 millones otorgados en financiamientos por cuotas, un portafolio prácticamente en vías de extinción.
Los datos comienzan a mostrar lo que ya era evidente. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) reveló que su índice de actividad económica cayó 8,3% en el primer trimestre del año y algunos economistas advierten que la contracción de la demanda de bienes y servicios es el principal factor que origina esta vuelta a la recesión.
En consecuencia, la crónica inexistencia del crédito al consumo pasa a ser un tema relevante. Los datos oficiales de la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), correspondientes a marzo, indican que la cartera de crédito al consumo representa apenas 2,18% de los préstamos totales y se ubicó en 484,6 millones de bolívares.
Los préstamos vía tarjetas de créditos ascendieron 391,1 millones de bolívares y fueron equivalentes a 80,7% de la cartera de consumo, que sumó otros 93,5 millones otorgados en financiamientos por cuotas, un portafolio prácticamente en vías de extinción.
En el primer trimestre, la cartera de crédito al consumo aumentó 33,5%, mientras los préstamos totales de la Banca subieron 68,9% en el mismo lapso. Si la comparación se ciñe a los financiamientos con tarjeta, el alza fue de solo 7,74% en el primer cuarto de 2023.
Con tasas de interés reguladas, bajos ingresos salariales y una inflación que sigue siendo la más elevada del mundo, la recuperación del financiamiento al consumo se ve con una perspectiva poco probable, aunque algunas instituciones han hecho esfuerzos por revitalizar este portafolio, pero con una gestión de riesgo muy rigurosa ante el potencial peligro de elevada insolvencia.