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En esta era digital se busca hacer todo en línea y lo más práctico posible, pero hablando de inversiones, ¿qué tanto ayuda? En los últimos años se han puesto de moda plataformas de inversión independientes desde las cuales se puede invertir mediante el celular como si se pidiera comida rápida a domicilio; solo hay que abrir la aplicación, dar clic y comprar una acción.

Invertir va más allá de comprar una acción, puesto que las personas lo que pretenden es rentabilizar su dinero de la mejor manera posible y muchas de estas aplicaciones no ofrecen que el dinero se invierta de acuerdo con sus necesidades. Conocer los riesgos que implica y saber cuáles son las diferencias entre estas apps y los bancos es fundamental.

Al abrir una cuenta en alguna de estas plataformas de inversión se genera un contrato de ejecución, el cual presume que la personas conocen los riesgos a los que se están exponiendo al comprar algún instrumento de inversión.

En cambio, cuando se apertura un contrato con un banco, se llena un cuestionario con todo lo necesario para conocer a la persona que va a invertir, el cual arroja la clasificación del perfil de inversionista (conservador, moderado o agresivo), y éste contiene ciertas restricciones de acuerdo con el perfil que protegen al inversionista de ciertos instrumentos que conllevan riesgo.

Uno de los factores importantes a considerar son los productos que se brindan. En algunas aplicaciones se pueden comprar acciones y otras opciones de inversión; en otras más, se puede comprar algo de deuda gubernamental. Los bancos ofrecen una gama de productos muy extensa, como deuda gubernamental en mercado primario y secundario, bonos corporativos, acciones, derivados, estructurados, entre otras, y siempre van acompañadas de un asesoramiento.

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Cuando una persona invierte en un banco obtiene un perfil de inversionista apegado a una regulación que lo protege; además, cuenta con un asesor personal, el cual se va a preocupar por entender sus diversas necesidades, momento de vida, objetivos, entre otros, para darle una propuesta de inversión que se adecúe de la mejor manera a sus requerimientos. Más allá del banquero, se tienen equipos de investigación especializados en diversos sectores, que siguen lo que está pasando con la economía, las empresas y la deuda, por mencionar algunos temas. También cuentan con personal altamente calificado que se encarga en diseñar una estrategia de inversión con todas estas variantes económicas que existen a través de un amplio abanico de productos -además de las acciones o fondos-, para poder maximizar y acotar los riesgos dentro de la inversión.

Bajar una aplicación y ponerse a invertir sin conocimientos es como sentirse mal y automedicarse. Así como una mala medicación puede complicar una enfermedad o hasta llegar consecuencias mayores, una mala selección de activos o no entender que en qué se está invirtiendo, puede provocar la pérdida de parte del patrimonio, sin descontar el mal rato que se puede pasar al no comprender lo que está sucediendo.

En resumen, un banco ayuda al cliente a invertir de la mejor manera cuidando su capital, a entender lo que está aconteciendo en el mercado para tomar la mejor decisión posible y no una decisión emocional y le brinda orientación para que pueda conocer mejor sus necesidades financieras, las metas que quiere lograr y el riesgo que está dispuesto a asumir.

*José María Gómez Lastra es banquero privado Jr de BBVA Banca Patrimonial y Privada.

Texto de El Economista